
FACTOR DE TRANSFERENCIA
¿Qué es el FACTOR DE TRANSFERENCIA?
Los Factores de Transferencia son pequeñas moléculas mensajeras inmunológicas que producen los organismos con un sistema inmunológico de nivel más alto. Su papel es transferir señales de reconocimiento inmunológico entre células inmunológicas, ayudando así a educar a las células de defensa ingenuas en cuanto a un peligro presente o potencial de enfermedad.
Historia del Factor de Tranferencia
El doctor H. Sherwood Lawrence descubrió que una respuesta inmunológica podía ser transferida de un donante a un recipiente mediante la inyección de un extracto de leucocitos. Se postuló que el extracto contenía un factor capaz de transferir la inmunidad del donante al recipiente. Lawrence denominó a esta sustancia Factor de Transferencia
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El factor de transferencia es un extracto dializado de proteínas (leucocitos) (EDL) y se han aplicado en una gran diversidad de enfermedades de diferente etiología entre las que podemos citar la candidiasis mucocutánea, herpes simple, herpes zoster, infecciones crónicas, la sepsis y la hepatitis B, lupus, fibromialgia, psoriasis, vitiligo, diabetes, artritis reumatoide, dermatosis, asma, esclerosis múltiple, y cáncer entre muchas otras.
El factor de transferencia y la función inmunológica
Los Factores de Transferencia son una de las clases de sustancias de comunicación entre las células del sistema inmunológico, similares a las hormonas.
Una respuesta inmunológica inmadura puede tomar de 10 a 14 días para desarrollarse completamente. Esto es lo que se llama hipersensibilidad retardada. Los Factores de Transferencia pueden ayudar porque incluyen tanto funciones de inductor/ayudante (factores inductores) y una función supresora (factor supresor).
El factor inductor es el componente del Factor de Transferencia que traslada una respuesta inmunológica aparentemente madura del donante al recibiente. Se ha comprobado que los Factores de Transferencia inducen una respuesta inmunológica en menos de 24 horas.
Cuando una respuesta inmunológica es demasiado activa y reacciona ante agentes inocuos tales como el polen o aún las células de nuestro propio cuerpo, no es saludable por lo que la supresión de dichas reacciones excesivas ayuda a controlar las alergias y a evitar las enfermedades autoinmunes.
Por tales razones, tanto el factor inductor como el factor supresor son parte de una red inmunoreguladora que mantiene equilibrado nuestro sistema inmunológico.
